Son dos ya las noticias publicadas últimamente por periódicos españoles de tirada nacional que anuncian la tormenta y ola de desprestigio de su trabajo. Ya brujuleaban otras tantas noticias de adjudicaciones, politica, etc. que poco tenían que ver con su peculiar estilo de proyectar.
Esta vez si llegan los ataques iracundos por deficiencias o falta de control presupuestario en sus obras.
Quizá esa "obra menor" de Oviedo que no aparece en su página web comenzó con los primeros truenos resonando en su cúpula no móvil con mecanismo hidráulico.
No seré yo quién le juzgue, es la pena que me genera observar que el péndulo que marca lo bueno y lo malo le está jugando una mala pasada la que me está empujando a escribir estas líneas. Quizá sea esta ola contra-económica con la que estamos revisando los buenos tiempos quien le juzgue y le meta en una cárcel proyectual.
Reconozco que, si he estado en una ciudad en la que usted ha hecho un proyecto, he ido a verlo y sin ninguna reticencia, reconozco también que muchos aspectos de sus obras me han gustado, pese a la realidad inicial epatante que nos invade cuando nos encontramos frente a construcciones calificadas como faraónicas.
Reconozco también que sus obras iniciales, libres de la macro-escala, me resultaban mucho más atractivas, sobretodo por el uso que usted ha hecho de las características de los materiales para crear formas plásticas y las seriaciones creadas a partir de un pórtico o elemento estructural que nos recuerdan al desarrollo estructural de catedrales pero con variaciones de la época en la que vivimos.
Dentro del contexto social en el que nos encontramos, quizá estemos caminando hacia una nueva época racional en la arquitectura en la que los barroquismos estructurales y estéticos sean de nuevo penados, sin catedrales.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/05/cultura/1362490138.html
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/03/12/valencia/1363117691_776936.html
