lunes, 2 de septiembre de 2013

UN PEQUEÑO PARAISO EN MEDIO DEL CAOS

Estado actual con jardín interior.
Que la vida ha dado grandes giros en el último siglo es algo que nadie duda, incluso en una ciudad de tamaño medio como es Valladolid, donde nadie podía pensar en la relativamente corta vida de las instalaciones industriales creadas por la familia Gabilondo y cuyo último ocupante fuera la empresa Enertec.

Poco se podía esperar la viuda de Leto Gabilondo al trasladar las instalaciones industriales situadas en pleno Paseo de Zorrilla, que en menos de un siglo la ciudad de nuevo las cercaría de nuevo y gracias a procesos inmobiliarios las deglutiría con la fuerza económica de la burbuja inmobiliaria gracias a los planes de soterramiento de la línea de ferrocarril que divide la ciudad.

Planos del proyecto de las naves.
En un paseo por la zona hoy día, podemos ver entre una vorágine de torres en el eje Paseo Arco de Ladrillo - Carretera de Madrid que malamente han logrado sobrevivir estas naves industriales en cuyo esqueleto ha sido plantado un jardín. El resultado, pensando en la historia que acarrea la ciudad del Pisuerga en cuanto al respeto a la arquitectura contemporánea, no ha sido del todo cruel con este amasijo de hierros.

Haciendo un pequeño esfuerzo mental y alargando las naves hasta su longitud inicial, la ciudad podría haber ganado un gran espacio ajardinado mezclado con unas ruinas industriales bien conservadas, pero poderoso caballero es don dinero y al menos algo nos han dejado para recordar.

Vista del complejo en 2004
Se da en toda esta zona una unión de elementos industriales vinculados en gran parte a las vías del ferrocarril que pasan por la zona y ayudaban a dar salida a los productos que se elaboraban en estas factorías, situadas otrora en las afueras, que actualmente están siendo reconvertidos con mayor o menor fortuna en espacios públicos y jardines, como es el caso del actual parque de las Norias y el antiguo edificio de la azucarera, cuyo vacío de actividad amenaza con convertirlo en otra ruina con posible demolición en caso de que no se comience a actuar en breve sobre él.
Vista actual del complejo.

Quizá cuando el complejo soterramiento del ferrocarril y la crisis finalicen, podamos disfrutar de estos espacios en plenitud de posibilidades sociales antes de que la especulación o la ya anunciada ruina los termine de engullir.